POEMA MULTIPLICADO A VARIAS (7) VOCES

MIERDRA!
URDO, EN MORDIDA MENDAZ
AL ÁNGEL MAGNÉTICO DE...

UNA LUZ INDOLENTE
UN PRESAGIO DESVARÍO
RÍO EN EL LÍMITE
CANTO MONTADO
EN UNA AURORA LEJANA
NADA ME QUEDA
SINO ESTAS MANOS VACÍAS

O SERÁ QUE LA AURORA
YA NO ES LEJANA Y APARECE UN NUEVO CANTO
Y TAL VEZ ME ESTREMECE VER DE NUEVO LLENARSE MIS MANOS
Y YA NO ESTÁS TÚ SOLAMENTE,
ESTAMOS TODOS.....
CRECIDOS HASTA EL INFINITO
METAMORFOSEADOS EN PURA EMOCIÓN
EN MELODÌAS

¡mierdra!
los huesos osan recantarse
en las pierdras
de la vida que se abren
¡mierdra, la hiedra cabalgante!
exubera el poema
mitad vacío y medio lleno
excriban,
¡qué bola el vuelo
de inter-re-chinante!

Marcas
las hoces caen por delante
de las mujeres hartas del objeto
del sometimiento puro a la raíz
del miedo a las eternas lapidaciones
sucias
la hiedra las envuelve como manto
y las aprieta hasta que sus huesos rechinan de dolor.
Y no, la aurora no aparece
y los que están
insisten en degollar las curvas
con miradas ávidas y ausentes.
No obstante
las manos insisten
en pasar y acariciar
aunque más no sea con palabras.

LA HERIDA
NO DEJA DE LATIR
SUPURA UN MOHO ABYECTO
ANEGANDO
A LAS MISMAS MANOS QUE CONSTRUYEN EL ABRAZO
MIENTRAS LAS MIRADAS SE CORROMPEN EN OJOS AJENOS

CORCELES BRAVOS
MONTADOS POR CORAZONES GUERREROS
ORNADOS
POR BLAZONES DE HIEDRA SAGRADA
ASISTEN
AL APOGEO DE LA DÁDIVA

LA POESÍA DILATA EL UNIVERSO
DE LOS SENTIDOS

UNOS CUANTOS LOCOS AFERRADOS
A UN PUÑADO DE PALABRAS
APUNTALAN PUENTES DE GOCE
RECONFORTANDO SÓLO A UNOS POCOS
cosmos!
por las heridas de las hoces
sangra la vía láctea
polvo de huesos
y los guerreros braman entre estrellas
y vacío
derramando palabras
que giran entre los latidos
violentos
Palabras que al sol se multiplican.

¡UFA!
Con la andante marca
en la charca sangrante
por la coz
de la hoz
o la tos
de las dos.

Ya sabemos que
los penetrantes huesos,
esos,
de las huestes,
osan
el maltrato
del deseo poseso
que te tiene presa
en la pancarta harta
del sorullo mucho
por el degüelle
muelle de la
imposible argolla.
Es que no hay que
hablarle
sin hallarle
mucha molleja
al paraguayo
Goyo.
Así no
le hallo gollete

Consumando:

El pebete es pusilánime
primo del petimetre
que disfruta
a la puta sin sentir
que muta en mamerto
cierto, yerto
ni pejerto...

Y vos ¡dándole
al concierto?

O sea

¡Cortála con la lenteja,
y dale, pendeja, un poco más
a la almeja y aprendé de la
abeja que, aunque ande pringosa
y la tienen mimosa,nunnnnnca se queja!